El uso de drones permitirá responder a las demandas de control y logística integral de la nueva estructura operativa de las grandes ciudades.
Reinvención y generación de valor, son dos de las palabras clave en el sector del transporte y la logística; un sector que se caracteriza por ser canalizador de crecimiento económico por medio de la innovación y la sostenibilidad.
Los diferentes estudios poblacionales calculan que para el año 2030 el 60 % de la población mundial será urbana, ello conllevará una necesaria reestructuración operativa de la movilidad de las grandes ciudades. Para afrontar tal demanda el sector aeronáutico se encuentran trabajando alrededor de 12 países en proyectos como
Urban Air Mobility (Movilidad aérea urbana) así como en el proyecto Flying Forward (impulsar la movilidad aérea urbana con drones).
Para nadie es un secreto que las grandes ciudades están cambiando, y con ellas la logística diaria desde el traslado de personas y mercancías que requieren matices innovadores que se centren en tres objetivos principales:
1) Reducción de costes.
2) Gestión del tiempo.
3) Cuidado del medioambiente.
Factores prioritarios para las soluciones en desarrollo por parte del sector aeronáutico y la búsqueda del valor añadido por medio del uso de drones.
A día de hoy, se plantean los siguientes usos en el ámbito urbano-operativo:
• Control de masas mediante captación de imágenes.
• Control de movilidad peatonal en momentos de cierre perimetral de la ciudad.
• Traslado de pequeña paquetería desde los polígonos al centro de la ciudad (última milla).
Ahora bien, como todo proyecto plantea retos legales y retos operativos. Abordemos ambos contextos.
RETOS OPERATIVOS:
• Garantizar una aeronavegabilidad segura.
• Logística de descarga de mercancía en los centros urbanos.
Desde el punto de vista regulatorio se está estableciendo en diferentes países la legislación aplicable al uso y fabricación de drones en un escenario de cierta seguridad jurídica en torno a tres grandes categorías para su uso: abierta, específica y certificada, según el peso, altura y uso final del aparato. Adicionalmente regulaciones en distancias que permitan tener un proyecto complementario al transporte aéreo de carga y mantener a salvo su funcionalidad operativa dentro del transporte de mercancías.
En definitiva, la movilidad urbana aérea está generando un contexto ideal para las iniciativas público-privadas buscando sinergias de inversión e innovación para el desarrollo de soluciones que impulsen el crecimiento del sector logístico a nivel global.
Información retomada de: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/04/18/legal/1618767820_758487.html
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